Hoy leí una frase del Papa Francisco que me recordó a una teoría que me inventé el año pasado.
Resulta que en un momento de apuro por salir de
la oficina, interrumpí las actualizaciones
de Windows de mi notebook. Cuando finalmente llegué a casa y me disponía a relajarme
un rato, me vi envuelta en una de mis peores pesadillas… mi pc no encendía! la
horrorizante pantalla negra no cambiaba y el sistema operativo no iniciaba! Lo cual
me llevó a una desesperación inmediata!
Por días estuve llamando a técnicos y casas de
informática sin conseguir nada. Los técnicos tenían turno libre para ver al “paciente” dentro de recién dos semanas, los negocios cobraban fortunas ilógicas sin
asegurarme que pudiesen solucionar el problema… y mientras tanto mi trabajo y
responsabilidades quedaban paralizadas.
Cuando vi que el asunto estaba realmente
complicado, respiré hondo, repetí ommm varias veces, y me hice a la idea de
esperar esas dos semanas hasta que el técnico pudiese venir a verla. Mientras
tanto, me embarqué en la aventura de seguir trabajando (aclaro que como no podía
ser de otra manera tenía una entrega importante la semana siguiente) con
programas como el Autocad y Photoshop en
mi linda y pequeña netbook… es decir, una tortug(r)a total.
Dos o tres días después de estar trabajando así,
llego a mi oficina y me doy cuenta que me había olvidado el mouse! Algo más?! Primero
la pc, ahora el mouse? Puteo un poco (siempre descarga) y salgo a comprar uno.
Pregunto en un kiosko y no tienen. Pregunto en una librería escolar y no
tienen. Pregunto en una librería artística y no tienen!!! Me imagino que la
chica que me atendió en el último local debe de haber visto mi cara de
desesperación, ya que sin haberle preguntado yo, tímidamente me dijo “hay una
casa de computación, que es nueva, en la galería de al lado. Está en el fondo”.
Gracias chica del último local, fuiste mi
salvación y estaré eternamente agradecida. Cuando llegué a la casa de
informática me atendieron de manera increíble, super amables, y muy lindos
chicos (esto no aporta a la causa de mi pc pero siempre es un beneficio extra). La
cuestión es que compré el buscado mouse y como gran evento me fui con la promesa de volver al
día siguiente con la notebook para que me la arreglaran, ya que lo podían hacer
de un día para otro y sin tener que liquidar mi economía mensual.
Como fue prometido, al día siguiente me
encontré con mi pc revivida y más linda que nunca. Obviamente, estos
muchachos se convirtieron en los técnicos de cabecera para mí y varios amigos que tuvieron problemas similares. Un problema que iba a durar dos semanas fue solucionado en apenas unas horas! y todo por haberme olvidado el mouse en casa! De no ser así, nunca me hubiese enterado de la existencia de ese local de computación.
Esto me llevó a la creación de la Teoría del
Mouse. Teoría que me autorecuerdo, para cosas chiquitas y cosas grandes, en
muchos momentos cuando las cosas no salen como quiero. A veces las cosas pasan
y uno se enoja y no entiende, pero hay que mantener la calma y confiar en que
todo pasa por algún motivo, aunque ahora nos sea imposible verlo; y que todo
siempre es para mejor.
“Cuando te sientas
triste porque no sucedió lo que tu corazón quería, mantente firme y feliz
porque Dios está pensando en algo mejor para ti.” Papa Francisco